domingo, 2 de diciembre de 2012

Diciembre de Tango en San Telmo



Del 2 al 8 de diciembre se llevará a cabo el Primer Festival de Tango de San Telmo. Desde una perspectiva barrial se intentará exponer al tango como emblema popular, además de mostrar el gran desarrollo artístico que tuvo en los últimos años.
"Buscamos incluir a todos como nunca antes, en un encuentro entre músicos bailarines poetas milongas milongueros vecinos y diversos espacios culturales del barrio, con todo el público que desee acercarse al tango, a través de la recuperación de los espacios locales y diversos movimientos culturales que hacen a nuestra identidad." exponen sus organizadores, desde su página oficial.

Algunas de las actividades:



El festival en Twitter:

Sedes del festival

Ver Sedes en un mapa más grande


Milongas Plaza Dorrego de San Telmo Defensa y Humberto Primo
Museo Penitenciario Nacional Humberto Primo  378
Escuela N 22 D.E.04 Dr.Guillermo Rawson Humberto Primo 343
Parroquia San Pedro Gonzalez Iglesia de San Telmo Humberto Primo 340 
Tango y arte
Club Torcuato Tasso Defensa 1575 
Buenos Aires Club Perú 571 
Club Belgrado Cochabamba 444
El Tacuarí Tacuarí 1557 
Salon Independencia Independencia 572 


 Por otro lado, en el Museo Fortabat de Puerto Madero se podrá visitar una m
uestra de fotografías tangueras de Aldo Sessa, hasta mediados de marzo de 2013.

Por Agustín Gabutti

jueves, 22 de noviembre de 2012

Daniel "Pipi" Piazzolla: la música en la sangre

Por Sofía Zavala

Astor Piazzolla se nos escapó: le tocó ser marplatense.

Pero no nos podíamos quedar sin ningún integrante de esta familia emblema en la música porteña.

Daniel “Pipi” Piazzolla es el mismísimo nieto del gran Astor y como no podía ser de otra manera, deslumbra en el mundo de la música. Por suerte, el sí nació en nuestra tierra, en la Ciudad de Buenos Aires.

Daniel Piazzolla lidera desde marzo de 1999 la banda Escalandrum, en la cual se desempeña como baterista. Allí lo acompañan DamiánFogiel (saxo tenor), Nicolás Guerschberg (piano), Gustavo Musso (saxo alto y soprano), Martín Pantyer (saxo barítono y clarinete bajo) y Mariano Sivori (contrabajo).

El sexteto viene triunfando desde hace mucho, lleva veinte países recorridos, seis discos editados y fue distinguido con decenas de premios. Pero en 2011 Pipi Piazolla sintió que era el momento que muchos esperaban: tocar la música de su abuelo. Así fue que un día llevó las partituras de Lunfardo a un ensayo y a todos les gustó como sonó. 

Finalmente, luego de una minuciosa selección de temas y un duro ensayo, Escalandrum presentó su sexto álbum: Piazzolla plays Piazzolla.


“No sentí presión. Tenía que hacer lo mejor porque es mi abuelo. Mi familia”, declaró Daniel en una entrevista para Clarín. Además brindó una excelente descripción (bien porteña, por supuesto) de la obra de Astor Piazzolla: “Uno escucha la música de mi abuelo, desde lejos, desde el exterior, y siente que está por avenida del Libertador o por avenida Corrientes, es inevitable ese sentimiento, a cualquiera le pasa”.




lunes, 8 de octubre de 2012

"La fugitiva", un videoclip con sangre porteña

Por Sofía Zavala

Hace poco hablamos en el blog sobre La Flor de Barracas.

Hoy me encontré con el videoclip recién estrenado del tema "La Fugitiva" interpretado por Kevin Johansen y  Natalia Lafourcade. ¿El escenario? Este hermoso cafetín de Barracas.

Los invito a ver el video, disfrutar del tema, y deleitarse con La Flor.

lunes, 17 de septiembre de 2012


Tango potencia

Por Nicolás Marsico 

La Orquesta Típica Fernández Fierro, todas las semanas toca en su guarida. Ese lugar ubicado en Sánchez de Bustamante 764, barrio de Almagro, que desde el 2004 paso de forma definitiva de ser un taller mecánico a convertirse en el CAFF, Club Atlético Fernández Fierro, y tener su orquesta típica.
         Con doce músicos en escena, cuatro bandoneones, tres violines, una viola, un violoncello, contrabajo, piano y voz, todos los miércoles, la Fernández Fierro inunda su club del 2X4, clásico por momentos,  y de su tango más revolucionario, parecido a las composiciones del maestro Astor Piazzola,  por otros.
    Al CAFF se llega temprano. Una hora y media antes de que comience el show es lo recomendable. Se toma una mesa que ya puede estar reservada o no, y se pide una cerveza fría o un vino tinto para abrir la noche. Se hace tiempo, se charla con amigos, o con personajes de las otras mesas, que pueden ser desde desconocidos hasta personalidades de la literatura y el periodismo como lo es Cristian Alarcón, y solo se habla de la música o de la potencia de la orquesta cuando toca.
   De a poco el lugar se llena, y a medida que pasa el tiempo, el público, empieza a reclamar la presencia de los músicos, que se hacen desear hasta las 23 en punto,  momento en el que el primer acorde de contrabajo toma el rol protagónico y corta como un hacha el sonido ambiente del club.
   Cuatro discos, de producción independiente en la Argentina, más un disco con grabaciones en vivo de su gira por Europa, conforman toda su discografía. Todos temas que se caracterizan por darle una alternativa al circuito de tango clásico que se mantuvo estable con el correr de los años, pero que hoy encuentra de la mano de estos músicos jóvenes una puesta en escena y un sonido más violento, que como dicen los integrantes de la orquesta tiene más coherencia con el mundo actual sobre el que hablan y componen.
    La mayor parte de su repertorio está conformado por temas clásicos de grandes compositores como Osvaldo Pugliese y Santos Discépolo  pero con arreglos propios.
           Federico Terranova (Violín),  Pablo Jivotovschii (Violín),  Bruno Giuntini (Violín), Juan Carlos Pacini (Viola), Alfredo Zuccarelli (Violoncello),  Yuri Venturín (Contrabajo), El ministro (Bandoneón), Julio Coviello (Bandoneón), Pablo Gignoli (Bandoneón), Eugenio Soria (Bandoneón), Santiago Bottiroli (Piano) y Walter Chino Laborde (Cantante), son todos los integrantes de la orquesta que como característica adoptó la potencia sonora. Sin duda el condimento  que hace que todas las semanas llenen al CAFF, con un dato que enorgullece al grupo, el público joven amante del tango encontró donde   escuchar su música.

La Flor de Barracas, auténticamente porteña



Por Sofía Zavala

La Flor de Barracas fue nombrada sitio histórico por la Legislatura porteña


  “Ha sido sitio de reunión de los carreros que iban o venían del Sur, su primer nombre “La Puñalada” recordaba la gran cantidad de duelos criollos. Memorables payadas se han producido entre sus paredes y, ya en el siglo XX, formó parte del circuito de reductos donde las primeras orquestas típicas habían tocado tango. El registro municipal data de 1912, pero los vecinos sostienen que es anterior a la Escuela Normal N° 5, que cumplió cien años”, se lee en la ley sancionada el jueves pasado en la Legislatura porteña que declaró a La Flor de Barracas como sitio histórico

Este reconocido lugar de encuentro entre los vecinos del sur de la ciudad queda situado en Suárez y Arcamendia. Una esquina con mucha mística, y que estuvo a punto de quedar en el olvido en 2009. El bar estaba cerrado, el edificio muy deteriorado y el cartel de venta hacía que los vecinos piensen lo peor: la demolición del bar histórico. Pero La Flor renació, y de la mejor manera.

El bar antes de ser recuperado

 Victoria Oyhanarte cuenta que casi no conocía Barracas pero que “el barrio la enamoró”. Cuando compró el edificio ni pensó en el bar, ella buscaba hacer una inversión. Pero Oyhanarte, al adentrarse en el barrio, se dio cuenta que La Flor era fundamental en la dinámica de Barracas. Y ahí se dio cuenta que no se le podía sacar a la gente, y a la ciudad, un lugar tan especial.
Los ñoquis de sémola rellenos

“Cuando lo compré no quise cerrarlo y dejar a sus parroquianos sin su cafetín, y hasta la antigua dueña me agradeció que siguiera adelante; pero es una gran responsabilidad también”, cuenta Victoria. Una responsabilidad que la sabe llevar muy bien. Como no podía ser de otra manera, su oferta gastronómica es bien porteña. Los ñoquis rellenos son su especialidad.



Así, La Flor brilla como lo solía hacer antes. Conserva su piso de baldosas calcáreas original. También sobrevive la barra de madera, con cientos de botellas de licores, infaltable en un tradicional cafetín. La energía abunda en La Flor de Barracas que permanece abierta de lunes a sábados, una energía bien porteña y singular.   

La Flor de Barracas, en la esquina de Suárez y Arcamendia